Leía ahora el texto escrito por Mat Fraser explicando su retirada deportiva del mundo de la competición en CrossFit.
La impresión que me ha dado es en primer lugar que ha conseguido mucho más de lo que a priori esperaba conseguir, y no hablo solamente de títulos, sino de vivencias, amistades y oportunidades. Por su puesto los resultados han llegado, como él ha acuñado gracias a que el trabajo duro ha dado sus frutos “Hard work pays off (HWPO)”
Sin duda se ha convertido en “poco tiempo” en una leyenda del deporte a la altura de los más grandes como Jordan, Tiger, Nadal, Messi, Kelly Slater o Ali. Digo en poco tiempo porque es bien real que en el mundo del CrossFit, que es un deporte vamos a llamarle aún joven la carrera deportiva de un deportista en alto rendimiento no suele sobrepasar los 10 años, por dos motivos; en primer lugar el efecto del desgaste físico de entrenar entre dos y tres horas diarias durante 6 días a la semana, y por otro lado, y no menos importante el desgaste psicológico que la perseverancia, la constancia y el sacrificio generan y que está al alcance de pocos mantenerlo a ese nivel durante tanto tiempo.
Si lo comparamos con la carrera deportiva de Fernando Belasteguin, referente del pádel que lleva siendo el número uno más de 15 años, es inimaginable.
La cuestión aquí en realidad no es comprender que, aunque sea Mat Fraser, es normal que se retire, la cuestión es comprender por qué ahora.
Algo que me ha llamado la atención en su escrito es que durante muchos años se ha sentido capaz de estar centrado única y casi exclusivamente en mantener ese ritmo constante de “Eat, sleep, lift, repeat” como dicen los de Crossfit 77Feet, pero ahora, después de superar al otro gran referente del mundo del CrossFit Rich Froning, habiendo ganado su quinto título consecutivo en los Games de 2020 en el Rancho, de la mano de su compañera de entreno Tia Toomey (motor indiscutible los anteriores años para seguir con su día a día) creo que Fraser ha dejado de tener la motivación que él cree que necesita para pagar todo el precio que le lleve a seguir arriba. Y sabiendo que es un atleta que si compite es para ganar, creo que está en el momento de su vida donde le compensa más disfrutar de más cosas en su día a día que no solamente de entrenar, sin que ello deba representar a sus 30 años de edad que deja el mundo del deporte por completo.
Con esto quiero destacar la dificultad que le debe haber llevado a tomar dicha decisión, la humildad consigo mismo y a la vez la contínua coherencia con su vida.
La transición deportiva, como nos gusta llamarle a los psicólogos o la retirada deportiva como comúnmente se conoce es un paso difícil para cualquier deportista, sea del nivel que sea pero que ha dedicado varios años su vida en una mayor parte a entrenar y competir, implicando que ha dejado de lado otras muchas cosas, lo cual siempre puede ser complicado de recuperar cuando el deportista deja la competición para volver a “equilibrar” su vida.
No solamente a los Fraser, Jordan o Maradona les cuesta tomar esa decisión, también incluso a deportistas que ni siquiera se han dedicado laboralmente a ello.
El paso psicológico de dejar de lado una meta y aceptar que, o bien eso ya no te motiva, o no te sientes preparado, o que no puedes seguir con el mismo nivel, significa aceptar que no quieres algo, lo cual genera la duda de… qué quieres ahora?
Gracias al trabajo de los psicólogos deportivos en los últimos años hay mucha más consciencia de qué implica esta transición deportiva y los deportistas cuentan con muchos más recursos para aprender a prepararla y prevenirla, no quedándose de repente que el día de “jubilarse” no tienen nada que hacer.
Escribía hace unos años sobre el caso de Yago Lamela en mi blog (http://sergitorondel.vl23068.dinaserver.com/el-rol-del-psicologo-deportivo/) donde como muchos otros casos acaban llevando su vida por senderos que les llevan a perderlo todo.
Estoy seguro que no será el caso de Fraser (o al menos eso espero), pero aprovecho para enviar un mensaje a todos aquellos deportistas que se encuentran en un momento de transición deportiva que, no se trata de pensar ya qué harán el día que dejen de hacer lo que están haciendo, pero sí qué caminos podrían elegir, y realizar unos estudios o negocios que les abran puertas en unos años, en reinventarse y reformular o transformar todo aquello que hacen que se les da bien pero con otro objetivo dinal, y que si no lo ven claro, o su retirada ha llegado debido a algo más traumático como podría ser una lesión, que no duden en contar con la figura de un psicólogo deportivo para trabajar ese proceso de duelo o pérdida.
Para finalizar, y como aficionado al CrossFit, me siento triste de no poder gozar de más momentos de competiciones donde veíamos a Fraser dando espectáculo, pero tengo la intuición que su HWPO estará enfocado en regalarnos muchas otras lecciones y me quedo con la suerte de haberle visto tanto en los Games por la tv como en la Fittest Freakest Challenge varios años acompañando a los atletas que allí competían y el último año haciendo una masterclass de halterofilia.