¿Fútbol o Fútbol?

¿Que entendemos por la palabra FÚTBOL?

Podríamos poner muchísimas imágenes de lo que significa este deporte, y todas ellas serían acertadas. A mi, las primeras que me han venido a la cabeza sinceramente eran de jugadores o equipos profesionales, en grandes estadios repletos de gente. Pero al detenerme a pensar he recordado que el fútbol lo inician los más pequeños, en gran parte porqué quieren llegar a ser como los profesionales, o sino porqué otros mayores, como suelen ser los padres, les apuntan a un club o colegio.
Entonces, sigamos con la reflexión. ¿Qué es fútbol?

Pues fútbol es un deporte que sea en el contexto que sea, como en sala, en césped, en playa se juega con los pies, lo que le da un valor y atractivo añadido por la espectacularidad y dificultad de control. Hasta ahí supongo que todos estamos de acuerdo.

Psicológicamente el fútbol se caracteriza por una concentración discontinua del jugador, donde tiene que saber oscilar entre cuando el balón está lejos de su alcance pero debe mantener la atención focalizada en el equipo y el juego a cuando el balón está en zona próxima e incluso en su posesión, donde además en fútbol 11 pueden pasar incluso minutos entre los que un jugador no toque el balón.Es un juego donde los niveles de activación de los deportistas hacen que la calidad del juego varíe muchísimo y que los errores queden reflejados (ni hablemos del portero, ¿no?), así como también la calidad cuando un jugador está enfocado en la tarea.A nivel profesional la presión también entra en juego, y a todos los niveles la comunicación es básica, no solamente entre jugadores, sino también con el entrenador.

Podríamos pasarnos horas destacando aspectos que distinguen mentalmente al fútbol de otros deportes, pero, en realidad me gustaría poner el foco de reflexión en las actitudes y en el, vamos a llamarle, «otro fútbol».

Des de luego, como todo, esto es un bucle, una cadena. Los niños observan a los profesionales, y sus padres o hermanos mayores también. Los profesionales suelen ser jugadores que cobran cifras estratosféricas, insultantes diría yo. Con lo que ese fútbol es un negocio donde lo que importa es ganar a toda costa, donde da igual engañar, pisar, insultar mientras eso pueda servir para conseguir la victoria, ¿no?El otro fútbol, vaya, el NO profesional directamente no emana tanta competitividad, pero desgraciadamente las normas y la tradición no acompañan a que los jóvenes se acostumbren a no fingir, a jugar limpio, a respetar al rival, a no insultar.

¿Y cual es el problema? ¿El dinero? Posiblemente sí. Yo entiendo que si a algo le dan tanto valor, porque la prensa se encarga de ello, por la multitud de aficionados a nivel mundial que tiene este deporte, por las marcas de publicidad, esto genera tanto capital que se pueden permitir pagar esas cifras que se escapan de las manos de la mayoría y siguen sin perder dinero. Entonces, mientras eso no cambie, y las federaciones den un paso en firme por hacer evolucionar normas prehistóricas sin encerrarse en la idea de que «si cambian las normas el fútbol perdería su esencia» o (y esta es mi preferida) «el fútbol es así», entonces nada cambiará, por más que algunos jugadores sean solidarios e inviertan sus fortunas en crear escuelas para niños, clubes en países menos desarrollados, ellos siguen teniendo coches de alta gama de regalo, millones que no saben ni como gastar en sus vidas y lo peor de todo es que esto lleva a que el deporte se prostituya, a que todo valga, porque evidentemente el precio es muy elevado a grandes niveles, con lo cual el reflejo de lo que sería la norma de etiqueta se desvanece y no se traduce a los más pequeños, y van al campo e insultan y ven a jugadores que pierden los estribos día a día, y los hinchas mueren en las gradas, mientras los clubes siguen pagando millones a sus jugadores, mientras los arbitrajes siguen siendo los protagonistas por no poner cámaras y simplemente se de la razón real y no subjetiva, porque ellos no son infalibles, y son humanos, que se equivocan, a veces por casualidad, otras por influencia. Nada es cambiable, no se permite la entrada a nadie que no vean ellos como amigo, ¿un psicólogo? Yo no tengo problemas. ¿Y quien dijo que los tuvieras? Si es algo tan profesional, porque no buscar apoyo en los expertos del comportamiento y el rendimiento como los psicólogos – coach deportivos

¿Un fútbol más justo es posible? Probablemente si le preguntamos a equipos de media tabla a bajo dirán que no es posible pero que ojalá. Los de arriba dirán que esto es fútbol, y ya les está bien que sea así. No se si queda clara la diferencia entre los que controlan, y los que no.
Mi visión pues del fútbol es que me quedo con ir a ver jugar a los chavalines de 7 a 14 años un domingo por la mañana por un módico precio de un refresco y unas patatas, donde veré reflejados todavía los valores del deporte. Me quedo con disfrutar de los momentos de gloria de mi equipo o mi selección junto a mis amigos y familiares.

Para concluir, y a pesar de la parte negativa de este deporte creo que disfrutar de la práctica o expectación del futbol es algo que va más allá de lo puramente deportivo, que atrae a niños, padres, amigos y crea ambientes sociales, temas de conversación y amistades.
Porque una imagen vale más que mil palabras, en esta ocasión os cuelgo dos links muy distintos.

Sacar vuestras propias conclusiones, y pensemos entre todos, qué podemos hacer para que el fútbol sea sólo fútbol.

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